viernes, 31 de julio de 2020

Lucía y el chico nuevo. M. Vita de 6ª grado

LUCÍA Y EL CHICO NUEVO
 Hola me llamo Lucia y vivo con mi familia. Mi mejor amiga se llama Delfina  y ella ¡ama¡ (tanto que los ama y llega a  ser  agotador) a los vampiros,  pero no es importante ahora……..
Nosotras  siempre nos vamos a la escuela,  juntas con Delfina, ella  me pasa a buscar  con su hermano   
   mayor que se llama Santiago, todos los días por mi casa  antes de ir a la escuela , aunque es  ¡muy  muy muy¡  molesto que nos persigan a todos lados (con eso me refiero a Santiago).
-Que pasa les molesta que este acá –dijo Santiago
-¡SI¡ ¡nos molesta ¡- dijimos Delfi y yo .
Y él se reía por nuestras caras, déjanos solas por favor.
-Por fin ¡llegamos¡ nos podemos ir,  solas por la escuela hermanito ? – dijo Delfi
-jajajajajajajajajaja ahora quien se ríe- dije yo a Santiago 
Pero un día, algo había  cambiado,  había un  chico nuevo en la escuela  vestía con  ropa muy oscura y no muy simpático, así aparentaba ser, me dije, voy a hablarle en el almuerzo. 
-Hola soy Lucia tu compañera, ¿puedo acompañarte  a almorzar?-Dije yo 
-Hola Lucia, soy Mirco,  si yo te vi cuando entre al salón, eres amigable bueno eso me parece a mí, si claro siéntate no me molesta  – dijo 
Unas semanas después nos empezamos a vernos  y él dice que hoy me va a contar algo muy importante  no sé qué sea,  estoy muy nerviosa.
 -Hola Lucia te puedo hacer una pregunta?-
- Si claro Mirco ¿qué es?-
- Prométeme que no te vas a asustar ¿okay?-
- Si lo prometo pero decímelo porque me estas preocupando -
- Bueno te lo voy a decir,  yo no soy normal -
- A ver Mirco eso ya lo sé -
- ¡ya lo sabes¡ -
-jaajaajajaaajaajaj –
-¡Respóndeme lo sabes¡-
-si se algo que eres raro jajajajajjajj- 
-Lucia no es momento de bobadas, ni de que me asustes ¡basta¡,
mnmmmmmm  no sé si me dejen y si quiero contarte, no sé si estés lista para cargar tanto en tu mente-
- Eeeeeeuuu no,  sí puedo no me digas que tienes miedo de decirme  o eres un cobarde, pero en serio decime  ¡dale ¡
-Yo cobarde vos mejor dicho jajajajaj yo me rio ahora, porque es una broma, si confió en vos pero no te creas que mucho-
-¡DALE DALE DALE ¡ decime o me voy , tengo cosas que hacer –
-¿si como qué?
-Bueno eeee  ir a la casa…… no te incumbe aparte son cosas mías y de mi amiga ¡ENTENDES ¡                                                                                                                                   - Para de gritar que  me haces mal a los oídos, bueno sigo y-yo s-so-soy un  vampiro-
- A ver Mirco  los vampiros no existen, pero se quién te puede llegar a creer-
-¿Quién?
-Mi mejor e única amiga, Delfina la que se sienta al lado mío, ¿la llamo?
- bueno si tú quieres   no me molesta, lo único que venga sola entendiste Luci –
-Si si si como  la llame viene para acá-
-Hola soy Delfina  ¿cómo están? 
- Lu ¿para qué me llamaste tan urgente?
- Mirco se lo digo o se lo decís vos –
- Luci yo creo que se lo digas vos te tiene más confianza –
-ok, Delfi, Mirco no te quiere decir  por que no te conoce pero te lo digo yo Mirco es un VAMPIRO –
- ooooooooooo en serio, no lo creo-
Y en ese instante nos mostró sus colmillos, ¡ahhhh ¡ yo me asuste un poco pero Delfi no lo tomo muy bien y salió corriendo como una loca. Pero de repente Mirco se acercó  a mi cuello y me mordió.
Yo pensé  que me  iba  a besar.
Y como ya suponen,  sí,  soy una vampira.
 

En nuestro estante... un cuento de Benjamín de 4ª Grado


UNA PERRA HACIENDO TRAVESURAS

Olivia es una perra muy juguetona y buena. También es un poco traviesa. Ella vive con Loli, una gata muy dormilona y mi familia que la quiere mucho.

Olivia siempre corre a Loli y la hace enojar.

Una vez, estábamos barriendo las hojas que se caen de los árboles en otoño, con papá. Olivia nos estaba mirando. Dejamos un montoncito de hojas para luego juntarlas.

Entramos a casa a merendar. Más tarde cuando regresamos al patio, ella estaba moviendo la cola al lado de las hojas todas desparramadas. Con mucha alegría la abrazamos.




BENJAMÍN CANO 4 GRADO “A”

Amistades literarias

Estamos haciendo un ranking de amistades literarias....te animas a mencionar algunas???





Escuchate un cuento de Luis Pescetti - Nadie Te Creería

Susurradores para este fin de semana.

Hay algo más lindo que te susuerren al oído una bella historia? Este fin de semana te invitamos a una actividad en la que podés invitar a tus hermanos, a tus papis...será muy divertido...mirá acá te lo mostramos...



En nuestro estante .El rastro de la canela de Liliana Bodoc





Dejamos en nuestro estante este otro libro                                   
de esta magnífica escritora argentina que 

tanto nos gusta y que dejó una obra

extraordinaria, Liliana Bodoc.




En este link te dejamos El rastro de la canela


Ponemos en nuestro estante hoy: Piedras como estrellas de Angélica Gorodischer

Piedras como estrellas Angélica Gorodischer 

Que no existían las paredes, que el techo no tenía sentido, eso descubrió siendo muy pero muy chica. –¿Qué le pasa a esta nena?

–Nada, ¿no ves que nada? Los bebés suelen hacer así. 

–¿Así cómo? 

–Así, poner esas caras. 

No supo. Ella no supo de qué se trataba, pero lo sentía, y usted estará de acuerdo conmigo en que sentir y saber son dos cosas muy distintas. 

Creció con eso, eso que fue pronto un deleite. Podía hacerlo y a veces bastaba con saber que podía. Otras veces había que salir de ahí cuanto antes y meterse, ir, partir, huir, zarpar, no sabía verbos, no sabía cuál usar, no los conocía, sólo hacía lo que había aprendido y a la par aprendía otras cosas. Salía, simplemente salía cuando se le daba la gana. 

Es preocupante eso de crecer y ella lo hizo a los tirones, pero nadie se dio cuenta de nada porque todas crecemos a los tirones. Un día supo leer y escribir y chau, con eso había completado su aprendizaje.

Las letras, ya se sabe, tienen sus secretos, pero en cuanto una puede decir quiero salir de este lugar, hay literalmente años luz recorridos desde el bebé hasta ese instante: quiero salir de este lugar, y ya no hay secretos. Sólo que, ah, sí, sólo que las cosas no deben dejarse a medio hacer (acá entre nosotras le aclaro que madres y tías solían repetir eso con este dedito en alto y caras de serás como nosotras un día, y cruz diablo pensaba ella). Hay gente rara. Digo, entre toda la población del mundo hay una buena dosis de gente rara. Ella era no precisamente rara: no sabemos cuántas, e incluso cuántos hay que están capacitados quizá no para dirigir una empresa o para vender paco o para presentar escritos ante el juez o para curar la tuberculosis, pero sí para salir de ese lugar y que nadie nunca sepa nada. Ella era distinta; eso, distinta. 

Cuando lo puso en palabras no supo si alegrarse o llorar. Puedo era para alegrarse, pero soy única era para llorar o por lo menos retorcerse por acá adentro como si una cuchara le cambiara de lugar las tripas, el corazón y los epiplones. Bueno, que se acostumbró y empezó a gustarle. 

Podía volar, vamos, digámoslo de una vez. Pero cuidado, digámoslo tal como era, tal como ella lo sentía, cuchara o no, llanto o tal vez sí. Podía flotar en el espacio negro, podía salir al vacío silencioso del universo y recorrer piedras como estrellas y estrellas como lagos y ver las naves de arena y oír el graznido de los pájaros siderales. Podía ir y volver y nadie se daba cuenta de modo que eso, además del placer y la extrañeza, eso le enseñó algo sobre el tiempo: que el tiempo es un invento maravilloso. Que en realidad no existe pero que quien lo inventó era probablemente como ella, aunque también probablemente tenía más pelo y se acostaba sobre el páramo a mirar hacia arriba y pensaba si es que eso se podía, ya, llamar pensar, que algo faltaba a su alrededor, algo que tenía que horadar el espesor de lo que iba desde su barriga hasta el helecho gigante más allá del agua, algo faltaba. Y así, presumiblemente pero casi seguro, así se inventó el tiempo. Ella, entonces, lo aprovechaba. Se iba, que no existían las paredes, que los techos no tenían sentido; se iba y al volver volvía en el mismo instante, pero en ese mismo instante pasaban varias vidas bajo las palmas de sus manos. 

–¿Qué le pasa a esta chica? 

–Nada, está distraída, plena edad del pavo, qué querés. 

Supo, más tarde, que flotar en el espacio negro del universo tampoco tenía sentido, que no servía para nada y en eso era parecido a la orografía y la hidrografía de Europa que les hacía estudiar la vieja de geografía, pero que al mismo tiempo le enseñaba cosas que tampoco tenían sentido y que eran como alhajas en una vidriera a la que nunca iba a llegar. Es que era precisamente eso: nunca llegaría. Y al año siguiente (física, química y literatura española) se dijo: Y qué. No se trataba de llegar, óigame bien lo que le digo: no se trataba de llegar. Tampoco de esa cosa angustiosa de buscar a alguien que sea como yo, ay, no quiero ser única. No. Se trataba de hacer lo que sabía, de irse, de moverse en el mar seco que era el aire; no, ni siquiera el aire. La nada. Tampoco, caramba, qué difícil se le hacía encontrar los nombres de las cosas. Tal vez no hubiera nombres. Tal vez Adán, pobre tipo, dijo cosas alegremente vacías y alguien se las creyó y, dicen, propuso construir la torre de Babel. Bien hecho. Para qué nombres. Salía, sabía. Y por lo tanto las civilizaciones precolombinas importaban muy poco, casi nada. 

De pronto, porque fue así, de pronto, de pronto fue feliz. Dejó de importarle la sangre que se le escapaba cada veintiocho días; dejaron de importarle las prohibiciones, los libros, las medias de seda, las amonestaciones y el futuro. Se dio cuenta de algo maravilloso: puedo hacer lo que otros no hacen y no necesito palabras para eso. 

Sigamos diciéndolo lo más claramente posible: sólo con desearlo podía salir al vasto universo y moverse entre la música de los cometas, el grito de las supernovas, el murmullo de los anillos y los satélites, el silencio de los nacimientos de mundos, el rugido de las tormentas de polvo, el abismo como un vientre, los pulmones ahítos de espacio, los colores de lo negro, las sinfonías de lo que aún no ha nacido. 

Ah, sí, porque no hay silencio allá en lo que nos rodea y nos solicita. Todo es voz y estruendo; todo es allegro vivace y rock; todo es himno y nana; todo es trueno y roce; todo es silbido y hervor; todo es bullicio y zarabanda; todo es estrépito y maremoto. Todo habla.

De día, de noche, cuando fuera, le era igual. Y no es que el turbulento espacio del universo sea siempre igual. Al contrario. Tal vez usted no me crea pero cambia segundo a segundo, segmento de microsegundo a segmento de microsegundo y ella se hamacaba en eso, quedaba encerrada en una burbuja de medio minuto de duración en la que respiraba colores y hablaba con el fragor de los anillos de gas que rodean a los reyes del espacio, y salía sólo con un movimiento, apenas, de los talones, para zambullirse en el algo innombrable que iba a llegar a las lentes gigantescas algún día o al menos a eso que acá se llama día, otra burbuja aunque más sólida y extranjera. 

Y así vivió y yo le digo a usted que vivir se dice de muchas maneras y que ella probó no todas y que algunas le interesaron y la mayoría no. Se enamoró y dejó de pensar en el espacio negro de allá afuera. 

Pero un momento: cuando tuvo que decidir qué hacer con ese hombre, ese hombre tan bello y tan dulce, se fue se fue se fue y estuvo girando entre luces y rocosos alaridos de lunas vertiginosas hasta que se dijo, esta vez con seguridad y cierto orgullo, que sería a sus ojos, a los de él, mucho más deseable cuando se enterara de qué era capaz. ¿Y si lo llevara conmigo?, pensó. 

De modo que se lo dijo y él se rió muchísimo. Le encantaban, dijo, los sueños locos que ella tenía. Dame la mano dijo ella y se lo llevó con ella no puedo ni siquiera tratar de decirle hasta dónde; hasta donde usted ni se imagina. 

Al segundo siguiente, acá en este mundo, él le preguntó: 

–Maravilloso. ¿Cómo lo hacés? Ya sé: me hipnotizaste. 

Después de un segundo más ella supo que sabía, otra vez; que había aprendido, otra vez; que, a los tirones, otra vez, había subido un escalón y había mirado de veras a ese hombre tan bello, ese hombre tan dulce. De modo que, a pesar de la desilusión de las tías, no se casó con él. 

Hizo las paces con el espacio, con las piedras como estrellas, con los techos sin sentido, con el ulular del viento del sidéreo y vivió atenta y casi plácidamente, los cinco sentidos puestos en donde muchos no podrían siquiera empezar a comprender un color, una voz, una luz. 

Se casó con un abogado, encantador, sensato y próspero con el que las tías estaban casi casi en un todo de acuerdo, y tuvieron cuatro hijos. Al primero lo llevó al espacio a los pocos días de nacido. Estás haciendo lo que nadie, sapito, le dijo casi como si le cantara, estás tomándote la leche de las estrellas. Y el muchachito chupaba goloso y la miel blanca caía del pecho redondo como caen las luces a las que se les pide en la noche tres deseos. 

A la segunda no la llevó al espacio. Ni al tercero. Pero a la cuarta sí. No voy a tener más chicos, le dijo, así que vení conmigo. La muchachita gorda sonreía en la cuna. Vamos, le dijo. Y flotaron un buen rato y el tiempo que había inventado aquel peludo padre perdido en los milenios perdidos, las envolvió hasta que volvieron, más sabias, más felices, más abrazadas la una a la otra como dos plantas entrelazadas en una reja de oro. 

Vivió muchos años. Viajó al espacio muchísimas veces, desde su cocina, desde la terraza, desde una fiesta aburrida, desde una clase, desde un transatlántico, desde un cine, desde la calle y la plaza y el supermercado y el auto. 

Murió muy viejita, tranquila, con una sonrisa en los labios. No, su sonrisa no quedó en el espacio como la del gato de Cheshire, pero si usted se esfuerza tal vez pueda ver la sombra de sus ojos, los de ella, en la luz rasante de un rayo dorado en las tardes de verano. Fíjese bien, pero no se deje ver, mire que es tímida y se ausenta enseguida.



La escritora rosarina Angélica Gorodischer,   es conocida por su labor  dentro del mundo de la ciencia ficción en español.

Su obra más famosa es Kalpa Imperial, una trilogía de ciencia ficción que le valió el reconocimiento internacional. También habría que destacar Trafalgar, una excelente antología de relatos cortos.

Sus últimos trabajos se alejan en ocasiones del género y en ellos Gorodischer relata historias más íntimas, muchas de ellas ligadas a su propia infancia. También ha escrito sobre los derechos de la mujer, tema en el que es una abanderada literaria.

Durante su carrera literaria Gorodischer ha recibido multitud de premios.

viernes, 24 de julio de 2020

lunes, 20 de julio de 2020

Los Amigos al decir de Eduardo Galeano

En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre.

 En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por...

 -Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.

 Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.

Eduardo Galeano - El libro de los abrazos

¡¡¡FELIZ DÏA DEL AMIGO!!!!

La #Amistad "Los #Amigos son como los #Libros, no necesitas tener muchos sino los mejores"                                                                                                                                                     Más

Esta autora no para de hacerse preguntas....vos , te animas a escribir las tuyas???


“El club de los perfectos” de Graciela Montes

“El club de los perfectos” de Graciela Montes
♥ Graciela Montes:  Cuento: EL CLUB DE LOS PERFECTOS  Hay gente que y...

Hay gente que ya está cansada de que yo cuente cosas del barrio de Florida. Pero no es culpa mía: en Florida pasa cada cosa que una no puede menos que contarla.
Como la historia esa del Club de los Perfectos.
Porque resulta que los perfectos de Florida decidieron formar un club.

Alguno de ustedes preguntará quiénes eran los Perfectos. Bueno, los Perfectos de Florida eran como los Perfectos de cualquier otro barrio, así que cualquiera puede imaginárselos.

Por ejemplo, los Perfectos no son gordos pero tampoco son flacos.

No son demasiados altos, y mucho menos petisos.

Tienen todos los dientes parejos y jamás de los jamases se comen las uñas.

Nunca tienen pie plano ni se hacen pis encima.

No son miedosos. Ni confianzudos.

No se ríen a carcajadas ni lloran a moco tendido.

Los Perfectos siempre están bien peinados, siempre piden “por favor” y jamás hablan con la boca llena.

Hay que reconocer que los Perfectos de Florida no eran muchos que digamos.

Es más, eran muy pocos. Tan pocos que había calles, como Agustín Álvarez, donde no podía encontrarse un Perfecto ni con lupa. Pero –pocos y todo–decidieron formar un club porque todo el mundo sabe que a los Perfectos sólo les gusta charlar con Perfectos, comer con Perfectos y casarse con Perfectos.

El Club de los Perfectos fue el tercer club de Florida. Los otros dos eran el Deportivo Santa Rita y el Social Juan B. Justo.

El Deportivo Santa Rita era sobre todo un club de fútbol. Los sábados por la tarde se llenaba de floridenses porque los sábados por la tarde se jugaban partidos amistosos con el equipo de Cetrángolo.

El Social Juan B. Justo era el club de los bailes. Los sábados por la noche los floridenses que querían ponerse de novio se reunían a bailar con los Rockeros de Florida entre guirnaldas verdes, rojas y amarillas.

Pero el Club de los Perfectos era otra cosa.

Para empezar, no era ni un galpón ni una cancha. Era una casa en la calle Warnes, con grandes ventanales y una verja alta de rejas negras.

Y en el jardín que daba al frente, nada de malvones, dalias y margaritas, sólo palmeras esbeltas, rosales de rosas blancas y gomeros de hojas lustrosas.

Los sábados por la noche, los Perfectos llegaban al club con sus ropas planchadas y sus corbatas brillantes. Como eran perfectamente puntuales llegaban todos juntos.

Se sentaban alrededor de la mesa con mantel almidonado y vajilla deslumbrante. Comían tranquilos y educados. Masticaban bien. Sonreían. Nunca parecían tener hambre. Ni apuro. Ni sueño. Ni rabia. Ni ganas.

Ni celos. Ni frío.

Tan diferentes eran, que a los floridenses se les hizo costumbre eso de ir a visitar el Club de los Perfectos.

Bueno, visitar es una manera de decir porque al club de los Perfectos sólo entraban Perfectos, y los demás miraban de afuera.

Lo cierto es que, a eso de las siete de la tarde, en cuanto terminaba el partido, los del Deportivo Santa Rita se venían en patota a la calle Warnes y, a eso de las ocho, antes de ir para el baile del Social Juan B. Justo, las parejas de novios pasaban por la calle Warnes para echarles una ojeadita a los Perfectos.

Los floridenses se apretaban todos junto a la verja.

Eran un montón, pero ninguno era perfecto. Estaba doña Clementina, llena de arrugas; el nieto de don Braulio, que era un poco bizco; el chico del almacén, que era petiso; Antonia, llena de pecas… y chicos que usaban aparatos en los dientes, chicos que a veces se comían las uñas, chicos que a veces se hacían pis encima, chicos con mocos, muchachos que clavaban los dientes en los sánguches de milanesa porque tenían hambre y chicas un poco despeinadas porque había viento.

Los sábados por la noche, el Club de los Perfectos estaba siempre rodeado de floridenses. Y fue por eso que, cuando pasó lo que tenía que pasar, hubo muchos que pudieron contarlo.

Resulta que estaban ahí los Perfectos, tan perfectos como siempre reunidos alrededor de la mesa, perfectamente bronceados porque era verano y perfectamente frescos y perfumados, cuando pasó lo que tenía que pasar.

Pasó una cucaracha.

Una cucaracha lisita, negra, brillante, en cierto modo una cucaracha perfecta, que trepó lentamente por el mantel almidonado y empezó a caminar perfectamente serena, por entre los platos.

El primero que la vio fue un Perfecto de saco blanco y corbata a rayas, perfectamente rubio. La cucaracha se acercaba, pacíficamente, hacia su plato.

El Perfecto rubio se puso de pie… demasiado bruscamente, porque volcó la silla, empujó con el codo el plato decorado, que se estrelló contra el piso, y derramó el vino tinto de su copa labrada sobre la Perfecta de vestido blanco.

La cucaracha entre tanto, posiblemente sorda y seguramente valiente, seguía recorriendo la mesa, desviándose sin sobresaltos cuando se le interponía algún plato.

Los Perfectos en cambio sí que parecían sobresaltados. Había algunos que se subían a las sillas y gritaban pidiendo ayuda, y otros que se comían velozmente las uñas acurrucados en los rincones.

Había algunos que lloraban a moco tendido y otros que, de puro nerviosos, se reían a carcajadas.

El mantel ya no parecía el mismo, lleno como estaba de platos rotos y copas volcadas. Y serena, parsimoniosa, la manchita negra y lustrosa proseguía su camino.

Los floridenses que estaban junto a la reja al principio no entendían. Se agolpaban para ver mejor, los de la primera fila les pasaban noticias a los de atrás. Aníbal, el relator de los partidos amistosos, se trepó a lo alto de la verja y empezó a transmitir los acontecimientos:

–El Perfecto de la Camisa a Cuadros se cae de espaldas. Rueda. Quiere ponerse de pie, trastabilla y cae sobre la Perfecta del Collar de Nácar. La Perfecta del Collar de Nácar pierde la peluca. Se arroja al suelo y camina en cuatro patas tratando de recuperarla. El Perfecto del Traje Azul tropieza con ella, pierde el equilibrio y cae… Cae también su dentadura, que golpea ruidosamente contra la pata de la mesa…

Arrugados, despeinados, manchados y llorosos, los Perfectos fueron abandonando la casa de la calle Warnes. Los floridenses los miraban salir y no podían casi reconocerlos. Algunos estaban pálidos. Otros parecían viejos. Algunos, si se los miraba bien, eran francamente gordos. Y todos, uno por uno, estaban muertos de miedo.

A los floridenses más burlones les daba un poco de risa.

Los floridenses más comprensivos les sonreían y les daban la bienvenida: al fin de cuentas no era tan malo estar de este lado de la reja.

De más está decir que ese mismo día se disolvió el Club de los Perfectos.

Y cuentan en el barrio que los sábados por la tarde algunos de los que fueron sus socios llegan cansados y hambrientos al Deportivo Santa Rita y que otros van, un poco despeinados, al Social Juan B. Justo.

Cuentan también que en la casa de la calle Warnes ahora crecen malvones.

Y parece que así es mucho mejor que antes.

El cuento de Graciela Montes se publicó en 1989 con ilustraciones de Eleonora Arroyo en la Colección “Cuentos del Pajarito Remendado” de Ediciones Colihue.

jueves, 16 de julio de 2020

y siguiendo en este jueves musical...El Ogro y la Bruja

Y si de letras y canciones hablamos, otra para embellecer el alma..

"Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y 
nos hacen que 
lloremos cuando 
nadie nos ve".


"Aquellas pequeñas cosas", Joan Manuel Serrat




NADA EN SU LUGAR - CANTICUÉNTICOS

A mover el cuerpo!!! Hermosa letra de esta canción de canticuenticos... también podés ver el vídeo que te dejamos acá abajo..


Qué va`hacer!
Tenemos que jugar para crecer
Qué verdad!
Para jugar hay que desordenar....

Ey!
Vamos a jugar,
que no quede nada,
nada en su lugar!

Ey, ey, ey,
vamos a jugar,
que no quede nada,
nada en su lugar!

Las sillas en filita
jugando a ser un tren.
La carpa de los indios
con cara de mantel.

Haciendo remolinos,
timón sin timonel,
naufraga en la bañera
un barco de papel.

Qué va`hacer!
Tenemos que jugar para crecer
Qué verdad!
Para jugar hay que desordenar....

Ey!
Vamos a jugar,
que no quede nada,
nada en su lugar!

Ey, ey, ey,
vamos a jugar,
que no quede nada,
nada en su lugar!

Las tizas de colores
prometen diversión,
el piso entusiasmado
se vuelve pizarrón.

Debajo de la mesa
trabaja un inventor,
en un experimento
que tiene mal olor.

NADA EN SU LUGAR! (Festejo)

L y M: Ruth Hillar- Daniela Ranallo

Del CD: NADA EN SU LUGAR de Canticuénticos




Diccionario de Buenas Palabras. hoy la palabra es PALABRA

PALABRA...qué palabra la palabra PALABRA...



Una palabra es un vocablo, una voz, una expresión. Etimológicamente, el término deriva del latín parabŏla, es una unidad  formada por un sonido o un conjunto de sonidos articulados, que se asocia a uno o varios sentidos, también como palabra también se considera la representación gráfica, por medio de letras o signos, de dichos sonidos.

Palabra también puede referirse a la facultad de hablar de una persona: “La palabra distingue al hombre de los otros animales”.

Como palabra también se denomina la aptitud oratoria, de elocuencia y persuasión, de una persona: “Jacinto ha sido premiado con el don de la palabra”.

Palabra es también es la promesa u oferta que hace una persona a otra: “Te doy mi palabra de que todo solucionará”. Y también se refiere al empeño que pone una persona en la verdad o confiabilidad de lo que dice o afirma: “Hoy en día nadie tiene palabra”.

Por otro lado, palabra es el nombre que recibe el derecho o el turno de las personas para hablar o expresarse en asambleas, reuniones o juntas: “Tiene la palabra el ciudadano Rafael Gorostiza”.

Palabra clave es un concepto asociado a la Informática que puede aplicarse a distintas cosas. Por un lado, hace referencia a las palabras más relevantes o significativas del título de un documento, y que, en este sentido, reflejan su contenido. Son empleadas, por lo general, para facilitar su localización dentro de una base de datos o en internet. Por otra parte, también se llama palabra clave a aquella que sirve de contraseña o llave de acceso para ingresar en un sitio web o un programa informático.

Qué maravillosa palabra esta palabra...PALABRA

miércoles, 15 de julio de 2020

Barquito de Papel - Joan Manuel Serrat

Barquito de papel,
sin nombre, sin patrón
y sin bandera,
navegando sin timón
donde la corriente quiera.

Aventurero audaz,
jinete de papel
cuadriculado,
que mi mano sin pasado
sentó a lomos de un canal.

Cuando el canal era un río,
cuando el estanque era el mar,
y navegar
era jugar con el viento,
era una sonrisa a tiempo,
fugándose feliz
de país en país,
entre la escuela y mi casa,
después el tiempo pasa
y te olvidas de aquel
barquito de papel.

Barquito de papel,
en qué extraño arenal
han varado
tu sonrisa y mi pasado,
vestidos de colegial.



Como hacer un barco de papel...te lo mostramos en un video

Barquito de papel...


Caligrama...sabés que es?

Un Caligrama es  un texto, puede ser un poema o canción, una composición poética que dibuja, mediante la escritura de las palabras, el tema que sugiere el poema. Jugamos a hacer caligramas?





Poema de papel


martes, 14 de julio de 2020

En nuestro estante....UN CUENTO AL DÍA

Ponemos en nuestro estante este libro que es el conjunto de un montón de historias...uno por día ...o más también...no hace daño...que los disfrutes...

En este link lo encontrarás Un cuento al día




Y hablando de ESPERAR... Gusano Mariposa

Diccionario de buenas palabras...ESPERAR

ESPERAR...wuaw que palabra!!!! cuánto aprendimos en este tiempo a ESPERAR, ¿verdad?.
¿Sabías que dicen que es de sabios aprender a ESPERAR? dicen que el que sabe esperar será exitoso y todo le saldrá bien.
Saber esperar es una virtud que no es fácil de conseguir...pero nosotros en todo este tiempo hemos aprendido mucho de esto...de saber ESPERAR.
Esperar de volver a la escuela...de salir y encontrarnos con  amigos...de ir a cumpleaños y fiestas...de ir al cine o a algún espectáculo...ni hablar si nos gusta ver los partidos de fútbol y estamos esperando ansiosos gritar ese grito que sale bien de adentro...GOOOOOLLLLLL!!!! Cierto que aprendimos mucho.
Pero, ¿ sabés que significa esperar?
La palabra esperar  viene del latín sperare = "tener esperanza"....  y también de prosperar. Es tener esperanza de conseguir lo que se desea o creer que ha de suceder alguna cosa. Permanecer en un sitio hasta que llegue algo o suceda.
Hay un dicho que dice "Quien espera, desespera" pero yo creo que no es cierto quien espera y sabe esperar, igual que la oruga para convertirse en mariposa, ese, si que es sabio y va a conseguir lo que 


desea. Qué estás ESPERANDO? .


Entre plantar y cosechar, existe un regar y esperar. Frases de éxito y motivación para emprendedoras exitosas.

Todos los días.... cuentos o poesías


A buscar las diferencias

Hay que agudizar la vista y los sentidos...principio de cualquier explorador e investigador... cómo empezamos? ejercitando nuestro sentido de observación... fijate si encontrás las diferencias en esta imágenes...





lunes, 13 de julio de 2020

Textos y Texturas


El blog de Georgina: Estamos aquí....
Textos y texturas 

Como en los antiguos telares manuales de las mujeres, un texto tiene hebras que se cruzan, puntos débiles, agujeros, tramas con formas, colores organizados en visiones fantásticas. En su interior solemos perder el hilo y equivocar su abrigo.


Un texto, en definitiva, es un pedazo de mundo construído, artificial, creado para ser usado, deglutido, interpretado, apropiado como la manta que nos cubre, la bufanda de punto Santa Clara de la abuela. O el alambre que sutura las entrañas en las heridas y operaciones.


Un texto es una compleja maquinaria de sentidos preguntando qué hacemos con nosotros, con la vida, el amor, o el pasado. “Te dice” y “se dice” cosas.


 Tiene peso, olor, está cargado de tiempo e imágenes, escrito en la línea del lenguaje, en el plano de la imagen, en la ausencia de las ciudades, los espacios vacíos, los sonidos del silencio y la música del vivir.

Un texto está en movimiento como el cuerpo, escrito con su propio ritmo y acción. Poetiza, se adelanta, se violenta, se serena.
Baila en el aire que le deja aire y en la tierra que le da sustento
.
Imaginación puesta en relato, memoria que grita organizadamente su canción, de pérdida, su huella, su mandato.

Y por supuesto los textos son texturas: tules para la principiante, rieles para pasar la noche, rejas diversas, mantas de lana. Se tocan, se perciben como sangre en las encías, metal pesado, soldaduras imposibles, reciclaje de frutas secas y podridas. Terciopelo para la  corrupción y sarga de sastre antiguo para ala justicia, plástico pop, pos moderno y madera de ebanista para el amor duradero.



Texturas que nos hablan y atraviesan, Tienen la aceptación ciega de los ciegos de las culturas, las visiones de la noche, la esperanza como un cencerro que no deja dormir, texturas como mapas de la sensorialidad en la ruta de ser “humanos”.
Asombro de existir, usina de creación ante la desintegración y la banalidad.

Y....te animas a jugar con las matemáticas..?!?!?

Calculadora rotativa

Para esta actividad se necesitan vasos desechables y un rotulador. Una vez reunidos, comenzaremos a apilar una cantidad de 5 vasos.

En el borde del primer vaso, donde colocamos la boca para beber, marca con el rotulador las cantidades que quieras (por ejemplo, de 0 a 5 o según el nivel del niño/a) en todo su alrededor.
En el borde del segundo vaso coloca los signos: positivo (+) y en el otro extremo el negativo (-).
En el tercer vaso, siempre en el borde, coloca los números de 0 a 10.
En el cuarto vaso solo el signo igual, dos o más veces.
En el quinto y último vaso, coloca los resultados de todas las operaciones posibles.



Ahora solo deberás decir las operaciones y, con un movimiento de los vasos, el niño/a podrá girarlos hasta encontrar el resultado correcto a la operación que hayas dicho previamente

¡¡¡¡Bienvenida Vacaciones de Invierno!!!


Vacaciones escolares

SECRETO DE VACACIONES
Silvia Beatriz Zurdo

Vacaciones de invierno. Tarde fría, lluviosa y aburrida. Demasiado aburrida.Mi hermana fue al cumpleaños de una amiga. Mamá está ocupada y papá trabaja.Busco en mi habitación algo con qué entretenerme.
Y veo, sobre un estante, la caja secreta de mi hermana. Ella nunca me deja tocarla. Esta es mi oportunidad.
La bajo con cuidado. Me siento sobre la alfombra y la abro.
No lo puedo creer. Salen volando seis mariposas, tres palomas y unas cuantas abejas. Me asusto tanto que la tapo nuevamente. Pero soy muy curioso y la vuelvo a destapar. Ahora me salpican las olas del mar. Meto la mano y saco un poco de arena, dos caracoles y una estrellas de mar! No lo puedo creer. ¡Debo estar soñando! Me acerco y miro. La caja parece no tener fondo y me meto dentro. Doy vueltas en una calesita, me trepo a los árboles y tomo un rico helado. La estaba pasando muy bien hasta que llegó mi hermana.
Ella me saca la caja. La tapa. Luego, me guiña el ojo y me dice:
-Este será nuestro secreto.-
Por favor, vos no se lo digas a nadie que la caja de mi hermana es mágica. ¡Gracias! Prometo que algún día te la voy a prestar. A vos ¿qué te gustaría sacar?

jueves, 9 de julio de 2020

Al gran PUEBLO...el nuestro


DÓNDE QUEDA? Alejandra Erbit


La casita de Tucumán, símbolo de nuestra historia y de nuestra independencia  #travelgram #tucuman #sanmigueldetucuman #...

¿ Quién me dice dónde queda
la casa de Tucumán?

Tiene paredes muy blancas

y un patio bien colonial.

Hay un aljibe con agua

para el que quiera tomar

y ventanales abiertos

para el que quiera mirar.

CASITA DE TUCUMÁN Graciela Oroño

Te dibujé tantas veces
casita de tucuman antes y despues - Buscar con Googlecon tus paredes inmensas,
una puerta bostezando
y columnas como trenzas.

Las ventanas algo curvas
muy derechitas las rejas
y arriba, bien colorados,
dos voladitos de tejas.

El aljibe no se ve
pero igual yo lo dibujo
rodeado con diez macetas
en este patio de lujo.

Afuera dos naranjitos
perfumando la vereda;
te adorno con pajaritos
y cinta de escarapela.

martes, 7 de julio de 2020

Otro cortito de Eduardo Galeano

Líderes Mexicanos 40 (@LideresMex40) | Twitter

CELEBRACIÓN DE LA VOZ HUMANA/ 2

“Tenían las manos atadas, o esposadas, y sin embargo los dedos danzaban, volaban, dibujaban palabras. Los presos estaban encapuchados; pero inclinándose alcanzaban a ver algo, alguito, por abajo. Aunque hablar estaba prohibido, ellos conversaban con las manos.

Pinio Ungerfeld me enseñó el alfabeto de los dedos, que en prisión aprendió sin profesor:

-Algunos teníamos mala letra- me dijo-. Otros eran unos artistas de la caligrafía.

La dictadura uruguaya quería que cada uno fuera nada más que uno, que cada uno fuera nadie: en cárceles y cuarteles, y en todo el país, la comunicación era delito.

Algunos presos pasaron más de diez años enterrados en solitarios calabozos del tamaño de un ataúd, sin escuchar más voces que el estrépito de las rejas o los pasos de las botas por los corredores. Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof, condenados a esa soledad, se salvaron porque pudieron hablarse, con golpecitos, a través de la pared. Así se contaban sueños y recuerdos, amores y desamores; discutían, se abrazaban, se peleaban; compartían certezas y bellezas y también compartían dudas y culpas y preguntas de esas que no tienen respuesta.

Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada…”

de “El Libro de los abrazos”. (pág 10 y 11.)

AYÚDAME A MIRAR - Eduardo Galeano y te lo digo cantando con Dúo Karma

AYÚDAME A MIRAR
(Por EduardoGaleano)
Diego no conocía la mar.
El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
-¡Ayúdame a mirar!


Derecho a que nos cuenten cuentos

"Los cuentos de hadas son más que la verdad: no porque nos dicen que existen los dragones, sino porque nos dicen que los dragones pueden ser vencidos"
G.K. Chesterton


lunes, 6 de julio de 2020

Frida Kahlo

Cuadros Frida Kahlo - Moderno - Lámina Sobre Bastidor - $ 500,00 en Mercado Libre
Frida cuenta acerca de una caja de pinturas y pinceles que tenía su padre a quien le gustaba dibujar y pintar:
“Desde niña, como se dice comúnmente, yo le tenía echado el ojo a la caja de colores. No sabría explicar el por qué. Al estar tanto tiempo en cama, enferma, aproveché la ocasión y se la pedí a mi padre. Como un niño, a quien se le quita un juguete para dárselo a un hermano enfermo, me la prestó. Mi mamá mandó a hacer con un carpintero un caballete…si así se le puede llamar a un aparato especial que podía acoplarse a la cama donde yo estaba, porque el corsé de yeso no me dejaba sentar. Así comencé a pintar mi primer cuadro.”
Pequeño homenaje al cumplirse 113 años del natalicio de Frida Kahlo.

Escuchate un cuento- Elefantes negros y blancos - La Cuentacuentos española Beatriz Montero

Diccionario de BUENAS PALABRAS: ALEGRÍA

TU ALEGRÍA PUEDE GANAR

La alegría es una sensación que va más allá de la risa, fruto de estar en paz con uno mismo y con el entorno. ¿Sabes cómo procurar que no falte en tu día a día?

La alegría es una de las emociones básicas del ser humano y, como tal, encierra en sí el impulso que nos lleva a la acción. La palabra deriva del latín alacer: alegre, vivaz, animado.
Es en un estado interno de bienestar y relajación donde aparece la alegría. Un estado de plenitud facilita una auténtica apertura, sabiendo que, pase lo que pase en la vida, siempre habrá cosas hermosas para sentir y aportar.
La alegría es una energía sana que nos impulsa y nos da vida.
Resulta fácil diferenciar entre estar alegre o quererse mostrar alegre. Hacerse el simpático es una actitud que puede o no funcionar en nuestro entorno; sin embargo, ser alegre requiere estar bien con uno mismo y transmitir esa satisfacción a los demás.
A veces sin darnos cuenta, nos contagiamos unos a otros y se tiende a dialogar desde la queja o la carencia, nos detenemos en las malas noticias y no vemos las cosas maravillosas que pasan a nuestro alrededor.

Cuando somos capaces de observar lo que no nos gusta y lo abrazamos desde el respeto y la dignidad, el bienestar se instala en nuestro interior.

TENER ACTITUD Y HUMOR

Sentir y contagiar alegría es un acto espontáneo pero querer conectar con la alegría es una decisión que requiere ponerse en disposición de reír y dejarse sorprender por algo agradable y divertido, por ejemplo un lunes.

Estar disponible significa estar abierto a lo que viene sin condiciones.

Eso implica aceptar cierto grado de incertidumbre vital y acompañarse con una buena dosis de confianza en que lo que está por venir puede ser bueno. ¡Claro que sí!

Estar en la vida significa no solo afrontar las dificultades y momentos complicados sino procurarnos cosas buenas y ponérnoslo un poco más fácil. Estamos aquí con todas las capacidades para vivir y disfrutar de las cosas sencillas del día a día.

No es necesario encontrar un momento oportuno y especial para reír o alegrarse. Uno puede practicar dando los buenos días a un vecino con una sonrisa. No se trata de forzar sino de tener la actitud de «estar en disposición de estar contento», algo que no se suele enseñar ni fomentar.

Cuando uno cultiva su bienestar con respeto y mimo resulta más fácil procurarse momentos agradables y fluir con la alegría. Mirar un paisaje, escuchar música, dar un paseo... pueden ser motivos de alegría si salimos de los automatismos inconscientes para estar en el aquí y el ahora. Alimentar la alegría requiere estar presente con lo que nos ocurre, abiertos a ello.


¿CÓMO NUTRIR LA ALEGRÍA?
Plantearse qué nos hace reír facilita la disponibilidad a la risa, que debería ser un objetivo vital.
Asumiendo responsabilidades podemos olvidar que nacimos espontáneos. Al evocar la infancia encontraremos recuerdos de un niño espontáneo y capaz de reír y sorprenderse.
Todos tenemos la capacidad de mirar el mundo con ojos nuevos y maravillarnos con lo que nos ocurre.
Podemos dar más oportunidades a la alegría frente a la seriedad, a la espontaneidad y la libertad frente a la norma y la disciplina, a la intuición frente al conocimiento, y a la tranquilidad y la calma frente a la rapidez y la urgencia.
Haz algo que te entusiasme; juega, baila, canta, salta... tomarse con humor a uno mismo es terapéutico.

viernes, 3 de julio de 2020

En las vacaciones seguimos juntos


Diccionario de BUENAS PALABRAS: CUIDAR

cuidar_me para cuidar_nos - Muxote Potolo bat



Cuidar, pequeñita palabra pero que tanto encierra. Cuidar es AMAR, pero así todo con mayúscula.
Amar es cuidar y el resto son palabras, El cuidado es  saber escuchar, es cuidar al otro cuando lo miramos con cariño. es ser puntuales, es tener paciencia, en definitiva "cuidar" el detalle en lo pequeño porque la grandeza se manifiesta en el cuidado del detalle.
Cuidar la calidad de nuestro encuentro con el otro, cuidar el gesto, la palabra,  amar es cuidar.
Hoy más que nunca estamos aprendiendo una maravillosa lección, que las circunstancias actuales nos permiten, nos quedamos en casa para cuidarnos y para cuidar a los demás. Seguimos con esta maravillosa palabra. ¡¡¡Probemos!!! ¿ qué y a quién puedo cuidar?

jueves, 2 de julio de 2020

Escuchate un cuento narrado por su autor: Eduardo Galeano, "La historia de las miradas"

Seguimos sumando BUENAS PALABRAS

Fijate en la sección DICCIONARIO DE BUENAS PALABRAS..Y PROBÁLAS!!!!



Diccionario de Buenas Palabras: BUEN DÍA

Probaste decirle a todos los de tu casa BUEN DÍA!!!! o sos de esos que cuando se levantan caminan en silencio como un zombie? probá decirle a todos y a las cosas también ¡por qué no? BUEN DÍA!!!! es la receta para comenzar un GRAN DÏA para vos y para los demás...Probalo..hoy BUEN DÍA PARA TODOS!!!!

“Today’s a good day to have a great day”   Encontré este cartel en las calles de Callao y creo que todos deberíamos mirarlo de vez en cuando!  〰️  “Today’s a good day to have a great day”  I found this poster on a wall in Callao and I think we should all take a look at it every now and then!  〰️  #LimaEstáDeModa #PiscoEsPerú #PerúPaísMásRico   @Peru  #frases #citas #spanishquotes


Te invitamos a jugar con....El comecocos

¿Jugamos al Sapito o Comecocos?

Para armar el sapito, seguí las instrucciones en este video y agregá un color a cada esquina. Por turno, se elige un color y debajo de cada color habrá indicada una “prenda” que deberá cumplir el que lo haya elegido.

Las consignas (o prendas) las pueden inventar ustedes.

A modo de ejemplo van algunas:

✔ Decir un trabalenguas.

✔ Dibujar y/o pintar algo que te guste.

✔ Hacer jueguitos con una pelota.

✔ Contar un chiste.

✔ Cantar y bailar un tema que te guste.

✔ Resolver un cálculo matemático.