Anónimo japonés
Un viajero encuentra en el campo a un personaje con una cabeza completamente
lisa como un huevo, sin un solo rasgo. Aterrorizado
sube a la carreta y le pide al campesino que arree el caballo de inmediato.
–¿Qué pasa? –le pregunta el campesino.
–Fue que vi a un hombre que tenía el rostro liso como un huevo.
–Entonces –respondió el campesino volviéndose– ¿tenía el mismo
rostro que yo?
La tradición literaria japonesa es muy rica en mitologías y leyendas. También en esta cultura los relatos se transmitieron en forma anónima a lo largo de los tiempos, de generación en generación. Primero por medio de la lengua hablada, las historias recién empezaron a ser registradas en el siglo Octavo, cuando se incorporó a la cultura nipona la escritura ideográfica proveniente de China. Este texto de la tradición oral japonesa fue tomado de El Libro de la Imaginación, de Edmundo Valadés. Fondo de Cultura Económica, México, 1987, 4ta. edición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario